Ayer dábamos la triste noticia de la cancelación del 38º Salón Del Cómic P. Asturias cuando hacía un día que habían arrancado las XIX Jornadas Comiqueras de Avilés; los motivos teóricamente económicos, ya que venían arrastrando déficits y sus ayudas no pasaban de los 20 mil euros. Sin embargo, continúan saliendo eventos como setas.

Empezamos con Asturias, ya que es el cierre más sonado.
Que estaba diseñado a gusto de Arbesú, nadie lo duda, fue quien lo tiró "pa'lante" y apostó por un elemento cultural que si bien en Europa tiene alfombra roja, aquí (en aquel entonces) no.

Tras 42 años batallando, echa el cierre por falta de respaldo econónico.
¿Perdón?
Decididamente un Salón que ha contado con los grandes autores cuando nadie más los tenía, no cae por falta de ayudas económicas, no nos engañemos; no las recibiría por X motivos (normalmente me atrevería a mojar y e inclinarme por temas políticos) ya que como vemos, en marzo se ha celebrado la CometCon en Oviedo y el 9 de septiembre arrancaron las Jornadas Comiqueras de Avilés. Dinero no falta... Falta repartirlo y saber qué más hay detrás (llamad a Sherlock please).

Ya no hablamos de grandes capitales donde este tipo de eventos nos vacía los bolsillos cada vez más a menudo. Madrid y Barcelona están llenos de ellos a lo largo de todo el año y parece que cualquier excusa es buena para celebrar uno (o más, que la Japan Weekend tiene varias fechas), con lo cual, deducimos que las administraciones abren las arcas para apostar por ellos.

No hemos celebrado el XX Salón del Manga de Barcelona que ya tenemos fechas (si no hay algún otro evento que merme la capacidad hotelera, como ha sucedido este año) para la próxima edición.

Un evento que empezó en la Estación de Francia y que poco a poco ha logrado que el ente público y toda la política, se vuelque en ellos. El último en añadirse al pastel fue la Diputación de Barcelona y con la crisis soplándonos en el oído.

No vamos a hablar de política ni amiguismos. Hablamos de dinero y buscar la manera de generar más, aportando el mínimo.

No debe haber ninguna comunida autónoma en el país que no cuente con algún evento relacionado con el cómic, ya sea de manera directa o indirecta. El cómic es cultura a pesar de que haya quien no quiera verlo y desde la Gumiparty en Plasencia, hasta Carmona en Viñetas, los aportes económicos van llegando. Algunos con cuentagotas, otros a manos llenas; depende de la comunidad, de quién lleve el evento y de qué institución lo apoye.

No, ni Bárcenas, ni Millet aportarán, pero seguro que vendrían a hacerse la foto. ¿Pensáis en Pujol? Él aportó, la Generalitat siempre ha estado a favor (recordad que hablamos de dinero). En fin, he dicho que no me voy a meter en política pero os dejo una pregunta en el aire.

¿Quién tiene derecho a esas ayudas culturales y de qué depende la cantidad?