-El viernes que viene, habrá otra sesión de cine de zombis, "Hasta el último cerebro", ¿te apuntas?.

-Eeeh... ¿cuál hemos visto ésta noche? 

-"Cazacerebros desenfrenados?

-¿Y la semana pasada, cuál?

-"Comida rápida" y "Zombis hambrientos", programa doble. 

-...ZombiD, ¿nunca has pensado que cuando vamos al cine zombi, siempre vemos la misma película, y que lo único que hacen es cambiar el título?

-¡Sí, es bárbaro, ¿eh?! 

(Diálogo ingeniosamente adaptado de Un gato del FBI, 1965). ¿No os digo yo...? La vida es una película. Lo cierto es que, dejando aparte los argumentos, la traducción de los títulos de películas es un tema muy curioso, al que vamos a echar un vistazo en nuestro Ratones de Cine de hoy. 



      Coletillas.

    Es muy común ver determinadas coletillas o "palabras comodín" que denotan un uso barato del lenguaje y escasas ganas de usar el cerebro, en los títulos. Si bien en algunos casos, el argumento puede justificar el uso de esa palabra o coletilla en particular, en otros nos damos cuenta que al traductor, no le apetecía estrujarse el magín esa tarde. Empezamos por "...de fuego"

Gran Bola de fuego.
Ojos de fuego
Carros de fuego.
Océanos de fuego.
A prueba de fuego.
Calles de fuego.















Si bien muchos oficios como el de bombero, astronauta, marine, profesor... han sido utilizados muchísimas veces en el cine, quizá sea el de policía el que se ha llevado más títulos, lo que le da derecho a ser la siguiente coletilla que tratamos. 












 Policía por error.
 Loca academia de policía. 
Poli por casualidad. 
Poli de guardería. 
Dos policías rebeldes. 
Un buen policía. 
Policía. 
Policías de Queens.
De ladrón a policía.
Dos superpolicías.



Finalmente, llegamos a la coletilla más horrible jamás creada y que debería hacer acreedor a la muerte por escafismo al próximo que la utilice: en apuros.













Una familia en apuros.
Mi ligue en apuros.
Ejecutiva en apuros.
Un padre en apuros.
Una mamá en apuros.
Una niñera en apuros.
Mujeres en apuros.
Dos pavos en apuros.
Un novio en apuros.
Y la mejor, porque, cronológicamente hablando, puede ser la primera que utilizó la coletilla y para más inri es española y protagoniza por Eugenio: "Un euGenio en apuros". Sí. Y la he visto. Sí. 


















Títulos rimados. 

¿A quién se le ocurrió poner un ripio en el título? Es decir, ¿era necesario? ¿No existe otra forma de hacer saber al espectador que se trata de una comedia más que metiendo una rimita...? Verdaderamente una vez, puede tener gracia, dos, pase, pero que cada verano haya dos o tres películas de título rimado, nos da una idea de que esas dos o tres películas podemos tacharlas de nuestra lista de "posibles". ¿Iríamos a ver algo como "James Bond luchó contra la espía que le amó"? ¿"Doce hombres sin piedad componen el jurado y tendrán que dilucidar la culpabilidad del acusado"? (No, nunca he esperado que me dieran el Nobel de poesía, ¿por...?). Yo creo que no, ¿verdad? Pues eso es lo que podemos hacer con todas estas:













Dos colgados muy fumados.
Un canguro superduro.
Dos canguros muy maduros.
Soñando, soñando, triunfé patinando.
A los cirujanos se les va la mano.



Títulos DEMASIADO explicativos.

¿Hay algo peor que tu mejor amigo vea la película tres días antes que tú y te la reviente? SÍ. Que te le reviente el título, como vemos en:

Avanti! (¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?). La cinta original se titulaba simplemente
"Avanti!", en primera para dar a entender dónde se desarrolla la historia y también para remarcar el Gran Momento de la cinta. En España, alguien pensó que el nombre de Jack Lemmon no bastaría para llevar a la gente a las salas para una película con un título tan poco concreto, de modo que ZAS, destripó la sorpresa de la película en pleno título. Con dos gónadas, sí señor.

Rosemary´s baby (La semilla del diablo). De manual. Lo que se dice cargarse una película, de manual. Si vemos la cinta, entendemos que la protagonista, Mia Farrow, no sabe qué está pasando con su embarazo, la película juega con las sospechas, con el amor materno, con la traición de un ser querido y hasta con la cordura de la protagonista... ¡pero todo ese magnífico trabajo se echa a rodar, porque el título ya nos ha destripado la peli!

The devil´s advocate (Pactar con el diablo). ¿Y para qué vamos a dejar una buena intriga si podemos reventarla en el título? Una vez más, el diablo y las traducciones no parece que se lleven bien. Podían haber dejado la construcción original (El abogado del diablo), para dejar el doble juego que hace la película. Sí, desde luego que nos damos cuenta enseguida de qué sucede aunque pueda parecer imposible... pero "enseguida", no es lo mismo que "antes de entrar en la sala". 

Pesadilla final: la muerte de Freddy. En ésta, justo es decirlo, no se debió a una mala traducción, puesto que la original tenía el mismo título. En primera: yo sé que después de cinco películas, ya no era así de fácil atraer a la gente sólo con decir "Freddy Krueger", pero no era preciso advertir a la gente que iba a verle morir. Entre otras cosas, porque el pobre Freddy la palmaba en todas las entregas, ni era preciso regodearse ni recalcarlo. En segunda: fue el peor caso de publicidad engañosa desde La Historia Interminable. 

¡Y en 3D... y qué mal ha envejecído la jodía peli!



The medicine man (Los últimos días del Edén): Si bien la rimbombancia ya la veremos otro día, no.
No era preciso contarnos el final en el título. Bastaba que nos hicieran saber que Sean Connery era médico de una tribu de indígenas, nada más. Del resto, ya nos enterábamos viendo la película, y hubiera sido mucho más impactante de no estar prevenidos por el malhadado título.

Y por hoy, dejamos la Biblioteca y nuestras pequeñas curiosidades con los títulos de las películas. Ya sabéis, si alguna vez ponéis título a algo, huíd de las rimas, las coletillas y las explicaciones en exceso.

"¡Souvenirs, novedades, artículos de coña!"  Si no coges ésta frase, tienes que ver más cine.