-BANZAI!
Una patada certera y Asuka Kazama noquea a su oponente, frƭamente y las flechas silban, cortando gracilmente el aire. Un verdadero samurƔi.
En el videojuego de Tekken, concretamente en la 5ĀŖ franquicia, hace su apariciĆ³n la dama samurĆ”i.
Pero, en una cultura tan machista como la nipona, ¿es posible encontrar guerreras bravĆ­as?
Pues sĆ­. De hecho, eran las que defendĆ­an a la familia. Las Onna Bushida

Durante los perĆ­odos antiguos de JapĆ³n, las esposas, hijas y/o hermanas de un clan bushi (guerrero) eran entrenadas para un eventual ataque o invasiĆ³n de su hogar, cuando los hombres no estuvieran, ya fuera por estar en la guerra o defendiendo sus tierras. Al estar ausentes, las encargadas de defender estas familias eran entrenadas en el arte del manejo
de la nagitana, una alabarda nipona con una afilada cuchilla en una de las puntas fƔcil de usar en una media distancia.
El arco y la flecha, el tanto (cuchillo de mƭnimas dimensiones) y un pequeƱa daga llamada kaiken eran sus armas indispensables; el papel de Onna Musha (mujer guerrera) fue "enmascarado" en la historia, que nos llega a travƩs de leyendas o cuentos.

Evidentemente el papel de la mujer siempre era inferior al del hombre, siendo la sustituta si Ć©l no estaba... ¿Esto fue realmente asĆ­?

Sin perder un Ć”pice de femineidad, las onna bushido fueron feroces en la defensa de sus familias. Al hecho de ser normalmente madres (la matriarca de la familia, cuyo sentimiento de protecciĆ³n estĆ” por encima de cualquier otro) hay que aƱadir que su condiciĆ³n venĆ­a como parte de su "dote": al desposar a un bushi, traĆ­a consigo la naginata, al igual que su marido aportaba el daisho ( grupo de espadas largas y cortas)

A la hora de terminar con su vida, bien fuera la heroƭna trƔgica por muerte de su marido, la esposa leal que caƭa cautiva o la madre que entrenaba al hijo para vengar al padre, lo cierto es que no se hacƭan el famoso Hara Kiri o Seppuku. La tƩcnica utilizada y conocida como Jigaki, consistƭa en empuƱar el kaiken (escondido entre los pliegues del kimono a la altura de la yugular y la sesgaban en un rƔpido movimiento. Eso sƭ, para no caer "indecorosamente" previamente habƭan atado sus pies a la altura del tobillo.

Las onna bushida mĆ”s conocidas de JapĆ³n fueron:
- La emperatriz Jingu (169-269). Cuenta la leyenda que liderĆ³ la invasiĆ³n a Corea tras la muerte de su marido, el emperador ChĆ»ai. Fue la primera mujer en aparecer en un billete en JapĆ³n (1881)
- Tomoe Gozen (1157-1184). Se dice que participĆ³ en las Guerras Sempei (finales del PerĆ­odo Heian, entre 1180 y 1185) y se cuenta que durante la batalla de Awazu su marido Yoshinaka la instĆ³ a huir, viendo el cĆ”riz que tomaba la lucha; unos dicen que pereciĆ³ en la batalla junto a su esposo y otros que huyĆ³ y se convirtiĆ³ en monja. En ambos casos, vendiĆ³ cara su derrota.
- Nakano Taneko (1847-1868). Hija de un oficial de Aizu, dirigiĆ³ al JĆ“shitai (ejĆ©rcito femenino) en la llamada Guerra Boshin, donde muriĆ³ por Seppuku a manos de su hermana, ya que estaba malherida.
- Hojo Masako (1156-1225). Tras la muerte de su marido, Minamoto Yoritomo, ingresĆ³ como monja, pero una conspiraciĆ³n para acabar con su padre, Hojo Tokimasa, aunque ella y su hermano terminaron derrocĆ”ndolo. Fue una gran polĆ­tica y la apodaron Ama-Shogun (Monja-Comandante).

La entrada del PerĆ­odo Edo y el neoconfucianismo (en que que se establecĆ­a el matrimonio como pilar social), estableciĆ³ el declive de la mujer guerrera que pasĆ³ al plano social y/o polĆ­tico.
Con la entrada del siglo XVII la funciĆ³n de la mujer se redujo a procrear (segĆŗn cuenta la historia, aunque poco a poco vamos viendo que el papel femenino ha sido mĆ”s importante de lo que dejan traslucir)
AsĆ­ pues, la mujer volviĆ³ a las sombras, tal vez ninja. Tal vez.

BibliografĆ­a:
- Old School: Essays on Japanese Martial Traditions,Amdur, E. 2014, Ed. Freelance Academy Press
- Wikipedia consultada el 30 de julio de 2015.