Ya sabéis que tengo querencia personal por las historias de mujeres y cuando llegó la versión cómic de Confesiones a Alá a la librería, basado en el libro de Saphia Azzeddine y que yo ya le había echado el ojo en su versión francesa, así que no pude evitar leérmelo. En esta adaptación al cómic del original de la autora marroquí podemos ver la historia de Jbara que cae sobre nosotros como un jarro de agua fría, pero que a la vez nos resulta refrescante.

Argumento


Jbara es una joven que vive en Tafafilt que de vez en cuando se prostituye a cambio de dulces. Para ella, que vive en un pueblo y es pastora, la historia empieza con que todo es haram (prohibido). Así, en un monólogo directo con Alá, la protagonista nos cuenta su historia, dura, triste y con un final que redondea lo que explica.

Jbara, que se marchará del pueblo embarazada y que empezará limpiando en local de comida y pagándose la habitación en la que vive con diez mamadas mensuales, dará a luz a su hijo en un callejón, trabajará en una casa de criada, en donde se irá metiendo cada vez más en el negocio de la prostitución, hasta que alcance el súmmun de la profesión haciéndose puta de lujo y cambiando su nombre a Sherezade, dando la espalda a Alá, para después volver a él y cambiar por tercera vez su nombre a Jadiya y convirtiéndose en la tercera esposa de un Imán.

"Alá, no eres más que matices, por eso te quiero"


Como introducción a mi opinión he querido utilizar la última frase del cómic a modo de ejemplo para que pudiérais ver que Confesiones a Alá es una historia que habla sobre la evolución de Jbara a lo largo de toda la historia, hasta reconciliarse con ella misma y con Alá, su dios. Pero el camino de Jbara es tortuoso hasta llegar a esa conclusión, que apunta a un hilo de esperanza en esa vida en la que la protagonista confiesa "estar puteada desde el principio" y que viene a ser una justificación de todas sus acciones que podrían considerarse vergonzosas.

El cómic habla sobre la doble moral en la sociedad, que aunque la acción esté situada en Marruecos, podría trasladarse a cualquier país: para los padres de Jbara todo es haram para ella, es una mala hija porque ya no es virgen y no le sirve al padre, pero resulta maravillosa porque les lleva mucho dinero (que saben que provienen de la prostitución, que por cierto, también sería haram, como bien dice la protagonista, pero que a los padres no parece importarle).

Alá es el otro protagonista mudo de la historia. Se podría decir que es un monólogo, pero realmente es un diálogo en el que el contrario escucha y Jbara se sincera y es en la falta de respuesta explícita en la que la otra va interpretando la conversación. Además, su relación con su dios, siempre desde el respeto, pasa por numerosos altibajos, hasta darle la espalda para luego recuperarlo, porque si de algo se acompaña Jbara es al final de su fe y de ella misma.

La protagonista es una mujer fuerte, que tiene empuje, arrojo, que pasa por mil y unas y resiste, aguanta y finalmente, florece en el final del cómic como otra persona, madura, consciente de ella misma y responsable de sus acciones, al asumirlas al final.

El trabajo de adaptación de la novela homónima de Saphia Azzedine corre a cargo de Eddy Simon, guionista francés que ha trabajado con autores de la talla de Boucq, Hermann o Schuiten entre otros. El dibujo es de Marie Avril, dibujante desconocida en España pero que en Francia lleva varios trabajos publicados como Poèmes Erótiques (2009), Gold of the dead (2015) o Mystères de Lyon, actualmente en curso. La adaptación de la novela es correcta, aunque resuma lo principal de la historia, sí que es cierto que a veces los matices de la novela no han podido recuperarse en esta BD a causa de su extensión, pero que ha utilizado el material gráfico como otra herramienta para expresar. Así, muchas de las imágenes tienen una gran potencia visual que se impregnará en la retina del lector y se quedará allí sumergido gracias a los pinceles de Avril, que consigue muchas veces con miradas o pequeños detalles la misma sensación que la novela original.

    Confesiones a Alá es un buen cómic si os gusta leer temáticas diferentes y relacionadas con la mujer. Es un cómic duro, no apto para todos los públicos por lo que explica y muestra. Tampoco es un cómic donde el exotismo que muchas veces acompaña a las obras de origen árabe haga gran aparición. Es una historia de una mujer que las ha pasado putas (perdón por la expresión) y que lo cuenta sin tapaduras y de forma totalmente sincera, desnudando su alma delante de Alá y en segundo plano, del lector y he ahí al final donde reside la magia de esta obra.

Ficha Técnica


Dibujante: Marie Avril
Guionista: Eddy Simon

Editorial: Ponent Mon 2016

Precio: 20€
ISBN: 978-1-910856-41-3