Por Miguel  A. Alejo

“Los premios animan a muchos autores a continuar en una tarea exigente y mal pagada”


Antonio Altarriba es uno de los guionistas espaƱoles mĆ”s conocidos. GanĆ³ el premio Nacional del CĆ³mic en 2010 con una historia sobre su padre,  El Arte de Volar con los pinceles de Kim. Junto a este autor cerrĆ³ el cĆ­rculo con otro cĆ³mic exitoso, El Ala Rota en este caso sobre su madre. Si el autor de cĆ³mic estĆ” mal reconocido socialmente, mĆ”s lo estĆ” el guionista pero Antonio Altarriba sĆ­ ha sabido salir de ese oscurantismo. AdemĆ”s de guionista ha sido profesor universitario, guionista de fotografĆ­a y escritor.  

Quien quiera disfrutar de  y escucharlo hablando de su proceso creativo la cita es en la librerĆ­a Piccaso de Granada, maƱana martes a las 19:00 h. junto con el dibujante Sergio GarcĆ­a.  AdemĆ”s firmarĆ” su obra.

Varias de sus obras tienen numerosos premios, ¿Para quĆ© sirven realmente esos reconocimientos?

No son meramente decorativos. En absoluto. Para mĆ­ tienen una gran importancia. El cĆ³mic es un medio falto de incentivos y de reconocimientos culturales, con una industria todavĆ­a precaria. Los premios animan a muchos autores a continuar en una tarea exigente y mal pagada.

 ¿DĆ³nde los coloca, en el cuarto de baƱo como Marlon Brando con su oscar?

Entre las flores. Tengo un salĆ³n lleno de macetas y ahĆ­, camuflados en la hojarasca, separando un poto de una orquĆ­dea, se distingue el brillo de algĆŗn trofeo. Tengo la impresiĆ³n de que se llevan bien con las plantas. Las plantas ocultan el tesoro y el tesoro se va haciendo ecolĆ³gico.  


AdemĆ”s de guionista y de escritor tambiĆ©n ha sido director de antologĆ­as literarias, guionista y director de antologĆ­as, ¿ no son las labores mĆ”s desconocidas y menos reconocidas? 

Ahora empieza a reconocerse la labor y la importancia de un guionista. Que, desde luego, es mayor que la de un recopilador de antologĆ­as. Con Ć©l comienza la historia y de Ć©l dependen muchos aspectos de la narraciĆ³n.

La colaboraciĆ³n con el dibujante Kim con el que has desarrollado dos cĆ³mics  extraordinarios, ¿debe ser muy fĆ”cil?

Pues sĆ­. No solamente porque se implica en la historia y resuelve grĆ”ficamente con maestrĆ­a. Ama a los personajes y se ve en la manera de moverlos dentro de la viƱeta. Es uno de esos dibujantes con los que tu guiĆ³n crece.

Acaba de publicar Cuerpos del delito con el dibujante granadino Sergio GarcĆ­a, ¿cĆ³mo ha sido la gestaciĆ³n del comic?

La idea surgiĆ³ de Ć©l, que es muy creativo y con una gran inquietud investigadora. Le gusta trabajar sobre lo que Ć©l llama “contenedores de historias”. Es una forma de jugar e implicar soportes y formatos para que el argumento adquiere una nueva dimensiĆ³n. Estas aventuras siempre me gustan y me impliquĆ© con un guiĆ³n a desarrollar dentro de una silueta muerta. 

¿Es el cĆ³mic mĆ”s vanguardista y en el que juega con el lenguaje del comic que ha publicado?

Es muy innovador, pero en los aƱos ochenta trabajƩ con Luis Royo unos guiones muy visuales, surrealistas y al lƭmite de lo narrativo. El proyecto con Sergio funciona de otra manera. Con una complementariedad entre texto e imagen muy novedosa.

Complementa escribir novelas con escribir guiones, ¿son complementarias de verdad?

Son dos actividades bastante mĆ”s distintas de lo que puede parecer. Un guiĆ³n trabaja con una narrativa visual, que ahora me interesa muy especialmente. Expresividad, iluminaciĆ³n, composiciĆ³n, planificaciĆ³n te permiten contar sentimientos y situaciones con una gama de matices muy rica

¿CĆ³mo compagina esa labor literaria con su labor educativa. Ve entre sus alumnos futuros escritores-guionistas?

Me jubilĆ© hace tres aƱos. En activo no podrĆ­a llevar con tanta intensidad la actual dedicaciĆ³n al cĆ³mic. De todas formas, no vi entre mis alumnos, sobre todo de las Ćŗltimas promociones, afanes creativos. Menos aĆŗn en el campo del guiĆ³n. Como profesor, intentĆ© introducir alguna asignatura que abordara esta forma de escribir fundamental en nuestro mundo narrativo (cine, teatro, series, video juegos, cĆ³mic). Nunca lo logrĆ©.