Cuando la gente habla de como Clark Kent pasaba desapercibido sólo con unas gafas y cambiándose la raya del pelo de lado, parecía increíble que nadie reconociera en él a Superman. Pues en la realidad, un criminal como Radovan Karadzic, se puso unas gafas, se dejó barba y estuvo oculto bajo otra personalidad durante 12 años.
Ejerciendo de terapeuta alternativo, tal vez para purgar sus pecados, Karadzic fue el "médico" Dabic. Pelos como escarpias.

Jasmina acude al reputado terapeuta Dragan Dabic para tratar su infertilidad; a medida que nota sus avances, va descubriendo quién se oculta tras el médico .
A ella le cuesta traer vida al mundo. Él hizo una limpieza étnica en Srebrenica.

Fernando Llor ha hecho un trabajo magistral de documentación. El genocidio acontecido durante la guerra de Bosnia y Serbia deja patente una masacre de la que desgraciadamente se habla poco y se olvida antes.
Reputado guionista de obras como la premiada Ojos Grises o Sangre en el suelo, su predilección por hechos verídicos no está exento de otras lides como en Las adivinaciones de Louis Rimson y la catástrofe de la Villa de Dunia. Muy versátil y meticuloso en su trabajo.

Conocí el arte de Pablo Caballo en la revista Ensueños en 2016 con 4 páginas en las que su estilo sucio y su narrativa secuencial, me atrapó.
Fantástico su trabajo en El espíritu del escorpión, donde mantiene su peculiar entintado y esas facciones que sólo con una parte de la cara, especialmente los ojos, muestran tanta expresividad, sin hacer falta detalles que no aportarían más que preciosismo.
Una historia negra como esta, no necesita color. Basta con manchas y rayas negras cuidadosamente puestas en el sitio exacto, junto a un trazo muy borroso, para transmitir el horror que vivieron los personajes. Un dibujo que roza la perfección del terror que plasma y que algo más sucio y borroso, es equiparable a los maestros del terror japonés como Hideshi Hino.

La olvidada historia de la guerra entre Bosnia y Serbia, uno de los conflictos más salvajes en el que su presidente Radovan Karadzic fue capaz de pasar desapercibido en Belgrado bajo la identidad de un terapeuta alternativo durante 12 años hasta su detención en 2008. Gracias a un testigo anónimo, que bien podría ser en el que se basó Llor para el personaje de Jasmina, cuyo nombre tampoco me parece casual, ya que su significado se basa en el cariño.

El subtítulo La máscara del genocida de Srebrenica es el mejor resumen de una obra cruda pero a la vez delicada.
El nombre de Slobodan Milošević nos quedó grabado en la memoria por las atrocidades que trascendieron; el de Radovan Karadzic, pasó más desapercibido a pesar de que le iba a la zaga al serbio. Retazos de historia que nunca deberían olvidarse para que no vuelvan a repetirse.
El cómo juegan los autores con nuestras emociones me parece magistral. Un dibujo intenso, sucio, que nos alcanza directamente en lo más profundo del alma y nos hace preguntarnos si realmente Karadzic/Dabic quiere y puede hacer algo por Jasmina.
Las técnicas que usa el gurú para que Jasmina quede encinta son de todo menos normales, donde podemos crear otro debate para hablar sobre el ídolo sobre los medios: ¿todo lo que dice una eminencia va a Misa?. La admiración es un arma de doble filo, como bien se ilustra en la obra.
La delgada línea que separa el liderato de la dictadura pasa por la admiración absoluta, el sucumbir a la voluntad del otro y cuando nos damos cuenta de sus intenciones, ya es tarde.
No voy a dar lecciones de historia ni falsas moralidades, pero os recomiendo esta obra si necesitáis despertar emociones, encontrarlas, empatizar y sobre todo enrabiaros. Sacar la rabia por un sistema que nos deja con el culo torcido la mayoría de las veces y sobretodo para no olvidar. El ser humano es fascinante a todos los niveles, especialmente el más escabroso, horrible y mezquino.

Ficha Técnica:

Título Original: El Espíritu del Escorpión. La Máscara del genocida de Srebrenica

Autor: F.Llor/P.Caballo

Género: Histórico

Año de publicación: 2018

Editorial: Panini