Todos conocemos la belleza y artes de las geishas, maikos u oiran. Pero poco se habla de el equivalente masculino, porque en una sociedad tan cerrada, poco trascienden sus experiencias sexuales por parte del género masculino, a pesar de que en la época medieval era una práctica normalizada.


Durante la época de Tokugawa (1603-1868), el teatro kabuki era una forma popular de entretenimiento, y los actores que participaban en dichas obras se volvían inmensamente populares. No obstante, había otros actores menores que para actuar y sobrevivir, practicaban la prostitución y fueron conocidos como kagema (陰間 que podríamos traducir como «los cuartos de la sombra»). Este oficio fue en aumento conforme la clase comerciante se iba consolidando.

Los actores de kabuki también hacían el papel de mujer o onnagata o de niño adolescente o wakashū-gata, convirtiéndose en personas muy deseadas, si bien es cierto que mantenían relaciones con hombres y mujeres, también se daba el caso de la exclusividad homosexual donde los onna-girai no querían nada con mujeres, ya fuera por misoginia, ya fuera por puro poder económico (en manos de hombres).

En otras ocasiones, y como sucedía con las niñas, las familias vendían a uno de sus hijos jóvenes a burdeles o casas de té especializados, conocidos como kagemajaya, donde se establecían contratos por diez años. Los kagema a veces ejercían el rol una una mujer en sus servicios.


Tenían clientela masculina y también femenina y se les podía contratar tanto en los burdeles como en las casas de té, cobrando más que su homónima femenina. Es interesante hablar del nanshoku, una especie de código cuya traducción podría ser sodomía (aunque los entendidos se resisten a aceptarlo) donde se dan varias pautas:

  •  Diferencia de edad muy acusada.
  •  Relaciones jerárquicas. El nanshoku se practicaba entre miembros de instituciones basadas en la lealtad, solidaridad y obediencia. En Monasterios y en el ejército, se veía como parte del aprendizaje impartido por el superior hacia el pupilo.
  • Roles de género. A pesar de ser una relación el superior ejercía de sujeto activo y el pupilo de sujeto pasivo, llegando a vestirse en ocasiones como una mujer.
  • Estructura social. El nanshoku sólo se practicaba en la clase aristocrática, especialmente entre los señores feudales; con la llegada de los comerciantes, se hizo muy popular.

De hecho, su popularidad y propagación es lo que hizo que el gobierno prohibiera esta práctica y se dejara exclusivamente en los burdeles y salones de té; como dato, se prohibió la penetración anal en 1873, pero se derogó y volvió a aprobar en 1880(Código Napoleónico). Lo que sí es cierto es que al igual que las geishas, existieron los taikomochi, predecesores de éstas en el período Edo y de los que también salieron kagema ya que a parte de sus artes para entretener, estaban versados en las prácticas sexuales. 

Bi-do (la hermosa senda), wakashudo (la senda de la juventud), son los nombres con las que era conocida la relación maestro-pupilo y como sucedía también en la Antigua Grecia, concluía con la mayoría de edad del pupilo.

La llegada de la era Meiji y el cristianismo, hicieron que la moralidad y pensamiento japonés fuera cambiando y desaparecieran los kagema. Por lo menos, de los escritos.

Bibliografía:

- Wikipedia consultada el 21 de octubre de 2018.
- Male Colors, the Construction of Homosexuality in Tokugawa Japan, Gary P. Leupp, Universidad de Berkley, 1995.
- https://edoflourishing.blogspot.com/2013/03/nanshoku-homosexuality.html