En la prĆ³xima entrega de los Premios Goya del cine espaƱol, la actriz Concha Velasco serĆ” galardonada con un premio homĆ³nimo en honor a toda su carrera. O, en palabras de la propia Academia: "por su enriquecedora contribuciĆ³n al cine espaƱol a lo largo de varias dĆ©cadas, su gran versatilidad interpretativa y su enorme capacidad de trabajo".

     Aunque la "chica ye-yĆ©" sea mĆ”s recordada por ser la eterna novia de Tony Leblanc en pelĆ­culas como Los tramposos o Los que tocan el piano, y mĆ”s tarde por hacer pareja artĆ­stica con Manolo Escobar en cintas como Pero, ¿en quĆ© paĆ­s vivimos? o Un juicio de faldas (y mĆ”s recientemente, por los anuncios de Indasec...), lo cierto es que la Velasco ha sido y es una de las grandes del cine espaƱol, oficio en el que lleva desde los quince aƱos de edad, tanto en pantalla grande, como en teatro, como en la televisiĆ³n. Si bien durante sus primeros aƱos llevĆ³ sobre todo comedia y cine ligero, pudimos verla tambiĆ©n haciendo de "mala" en pelĆ­culas como Tormento o Esquilache (cinta que le valiĆ³ su primera nominaciĆ³n al Goya en 1989), con la misma seguridad.

    Concha, o Conchita Velasco ha sido siempre la mĆ”s... rockera, se podrĆ­a decir, de las chicas de oro del cine espaƱol, como demostrĆ³ al grabar ocho discos de mĆŗsica moderna y participar en varios programas o revistas musicales, como ¡Viva el espectĆ”culo!, o el mĆ”s conocido MamĆ”, quiero ser artista (tĆ­tulo que fue "recuperado" dĆ©cadas mĆ”s tarde en una serie televisiva de discreto Ć©xito, protagonizada por ella misma y AgustĆ­n GonzĆ”lez; MamĆ” quiere ser artista).

   Por parte de Ć©sta redacciĆ³n, aunque los premios en general no suelen coincidir con nuestro criterio, en Ć©ste particular, lo han hecho (y no como aquellas veces que se esperan a que el homenajeado estĆ© muerto para concedĆ©rselos), y con gran acierto. SerĆ” todo lo rancio que se quiera, pero yo no me puedo resistir a brindar a la chica ye-yĆ©, un pequeƱo saludo-homenaje: