Prefacio

“Existe un mundo más allá de las estrellas y el espacio, un universo paralelo plagado de ancestrales criaturas que esperan su momento, aletargados en las sombras, escondidos en lo más profundo de nuestras más tenebrosas pesadillas…”

Esto no es una cita textual de ningún autor en concreto, en realidad se me ha ocurrido a mi solito, aunque tengo que reconocer que he hecho trampa, porque simplemente he hecho un garabato de la enorme y cósmica obra de H.P Lovecraft que, gracias al gran talento y buen hacer del dibujante holandés Erik Kriek, podemos disfrutar en formato de cómic.


El volumen que nos ocupa incluye algunas de sus narraciones mas célebres como “Dagon” o “El color que cayó del espació” así como otras mas desconocidas para el gran público, como “El extraño” y “Desde el mas allá”, aunque no por ello de menor calidad.

En complicada empresa se embarcó el señor Kriek cuando decidió aceptar el reto de adaptar a viñetas las historias del genio de Providence y es que cuando se trata de capturar en imágenes a un autor tan leído como Lovecraft, corres el tremendo riesgo de no conectar con el inconsciente colectivo de millones de lectores, como ya ha pasado con las fallidas translaciones a la gran pantalla de alguna de sus obras, bueno, podéis creerme, no es el caso.

Las entrañas de la bestia…

Lovecraft es considerado como el gran maestro del terror norteamericano del siglo XX. Yo creo que esto es un error si no discernimos el terror del horror, una etiqueta como cualquier otra que se le quiera poner pero que amplifica el alcance del término hasta límites insospechados. Buen ejemplo de esto es la primera historia que comprende este volumen ; “El Extraño” , narra las tribulaciones de una persona que se ha visto privada de libertad y de la compañía de otros seres humanos, cuando parece que por fin puede salir al mundo exterior y gozar de todos los placeres de los disfrutan la gente de a pie descubre una terrible verdad sobre si mismo que le devuelve a la realidad más cruel.

A nivel técnico se puede decir que es impecable: dibujo sobrio y detallista al máximo, con todo el volumen hecho en blanco y negro, al más puro estilo de los relatos de terror y serie pulp de los años 50, con viñetas rectangulares que hacen que la atmósfera sea muy opresiva, manteniendo el interés del lector en todo momento.

“El color que vino del espacio” nos sitúa en un paisaje absolutamente diferente, el Medio Este norteamericano con sus grandes maizales y sus granjeros freaks. Una pareja de novios hacen un alto en el camino, se les presenta un lugareño que les cuenta una extraña historia para justificar el aspecto desforestado de aquellos parajes.

La acción se traslada a algunos años antes cuando una noche cae una especie de meteorito en la propiedad de unos vecinos, que descubren que la tierra que cultivan se ha vuelto extremadamente fértil. Pronto los vegetales que recogen, a pesar de su increíble tamaño, se tornarán en desgracia para la familia…

Como en toda la obra Kriek utiliza aquí magníficamente el uso del sombreado, no sólo como elemento estético sino como expresión del sentir de los personajes o para describir una situación, un toque lúgubre de magnífico trazo .

En este punto llegamos a “Dagon” y “La Sombra Sobre Innsmouth” que aquí se nos presentan como dos relatos separados pero que son en realidad un todo.
El primero de ellos cuenta la alucinógena historia de un marino que tras ser obligado a abandonar el barco en el que servía vaga a la deriva en un bote hasta llegar a una isla donde descubre que se rinde culto a una criatura con forma de pez gigante-antropomorfa . Decía que las dos historias eran realidad la misma porque esta no es más que un preludio para la que tiene más miga.

De nuevo tenemos ante nosotros el típico pueblo norteamericano , esta vez se trata de una villa de pescadores a la que llega un joven de vacaciones que va a visitar a un tío suyo al pueblo de Arkham, y que de camino se detiene en Innsmouth. Tras alojarse en un hotelucho se ve sorprendido por una turba de lugareños que no parecen tener muy buenas intenciones. En su huida se encuentra con el borracho del pueblo que le cuenta la terrible historia del lugar, un pueblo normal hasta que un buen día llegó un marino prometiéndoles riquezas a cambio de rendir culto a Dagon, una especie de deidad marina, pero como siempre en estos casos, hay que pagar un precio, su condición humana y sus habitantes son cada vez mas seres marinos que personas.

En las historias de Lovecraft la relación entre la causalidad y el destino van íntimamente cogidas de la mano, y esta no va a ser una excepción porque la llegada del muchacho a la isla es más una llamada de la madre naturaleza que otra cosa…

Para el final he dejado “Desde El Más Allá” , que precisamente da título al tomo, siendo una historia que resume perfectamente el espíritu de la obra de Lovecraft.

Un científico acude tras las urgente llamada de un antiguo compañero de facultad y al llegar a su casa el hombre le cuenta que se encuentra en el umbral de un descubrimiento que podría cambiar la percepción que tiene el ser humano del universo. Ha construido una máquina que permite transportar la psique de una persona a través de infinitas dimensiones, obviamente lo que se encuentra al cruzar al otro lado no resulta muy agradable que digamos.

Esta perspectiva fatalista de la vida está muy presente en toda la obra , en general lo está en todos los escritores de su época, probablemente debido a la Primera Guerra Mundial y al Crack del 29, que sumió a los EEUU en la mayor crisis de su historia, hayan tenido mucho que ver. Pero en el caso de Lovecraft la perspectiva fantástica de una raza humana que no es más que un títere en manos de fuerzas oscuras y sobretodo ese modo de presentar los hechos, como si se trataran de verdades que pueden ser demostradas científicamente es lo que aún hoy resulta de lo mas desconcertante, ¿Era un loco? ¿Un visionario?, quien sabe…

Lo único cierto del todo es que su legado es brutal a todos los efectos, yo todavía cierro la puerta del armario de mi habitación, no sea que haya monstruos …

Espero que Erik Kriek se decida pronto a sacar un segundo compendio de relatos de H.P Lovecraft, lo espero con ansiedad…