Un año más el recinto ferial IFA de Alicante acogió la cita más esperada por todos los otakus de la ciudad, el salón del manga. En esta 5ª edición se ha querido mantener la esencia de los anteriores certámenes, intentando innovar en algunos aspectos para llamar la atención de los asistentes, a los que lógicamente ya no es tan fácil sorprender después de tantos años.

Este año desafortunadamente solo pude asistir a un día del evento, el domingo, pero no por ir menos días lo disfruté menos. Como todos los años me desperté prontito y junto con unos amigos me acerqué a primera hora, comprobando una vez más lo bien organizado que está el tema de los aparcamientos en la IFA (esta vez tuvimos que dar la vuelta completa al recinto, ya que en el pabellón de al lado también se estaba celebrando una exposición de automóviles antiguos, pero aun así no tuvimos problemas para aparcar). En este aspecto ha mejorado muchísimo la organización respecto a los primeros años. Como única pega, los 3€ de aparcamiento, en este tema sí que ha empeorado con los años, ya que pasó a ser de en principio gratuito a cobrar 2€, pero este año han sido tres. Una vez dentro, la primera impresión fue la de siempre: montones de stands llenos de marchandising distribuidos prácticamente de la misma manera que el año pasado, con grandes firmas  y tiendas como Ediciones Babylon, Norma Editorial, etc, y grandes invitados como Jesulink, la gran Marta Nael o Belén Ortega, otra ilustradora espectacular que fue uno de los grandes reclamos del salón.



Aparte de los stands de compras y de comida, también estaban como siempre el escenario de cosplay, el recinto de videjuegos, el tatami de artes marciales, otro pequeño escenario cerca de la zona de comida donde la gente podía experimentar con sus dotes de cantautor, y en la zona de fuera habían varias exposiciones y la zona de juegos de mesa, que como todos los años fue una de las más transitadas. Este año para gran sorpresa nuestra, y salvo que nos perdiésemos algo, no pedían ningún pago ni señal para poder jugar, así que un punto positivo para los organizadores. Tras llenar un poco el estómago con las clásicas salchipapas, nos dirigimos al salón de actos, donde presenciamos una charla sobre Saint Seiya, donde se habló de la nueva serie anime recién estrenada “Soul of Gold”, así como de la película de animación “La leyenda del Santuario”, estrenada en nuestros cines hace poco. Tras esto, fuimos a ver los disfraces del cosplay, y siendo sincero vi menos nivel este año que en pasados, pero aun así pudimos presenciar buenos disfraces como el del ganador, Predator, verdaderamente espectacular, y otros que no pasaron desapercibidos como el de los 4 fantásticos, uno de Thorin de “El Hobbit”, los Power Rangers, Sasuke y miembros de Akatsuki, la tripulación Mugiwara de One Piece, y otros muchos.


También hubo entretenidas exhibiciones de distintas artes marciales, como ninjitsu, Iaido o Kendo, y bailes y música de estilo japonés. Por supuesto no faltaron los torneos de videojuegos, con una gran participación, y multitud de talleres de todo tipo como de origami, de clases de japonés, de hamabeads, etc. Fue un día bastante divertido en el que de nuevo imperó el buen rollo, la tolerancia y las ganas de pasarlo bien y disfrutar, y es que cada año el interés por el género otaku aumenta más y más y ya no es raro ver a una familia con hijos todos disfrazados de su serie favorita riéndose y disfrutando con los demás asistentes al evento, sea de la edad que sean.

Eso sí, no quería dejar pasar la oportunidad para resaltar algo que ya noté el año pasado pero que este año he podido ver más, y es la tremenda sensación de Deja Vu que existe tras haber asistido todos los años a todos los salones. Sabemos que no es fácil innovar en algo como esto y que la organización pone todo su empeño en traernos cosas nuevas con las que sorprendernos, pero uno ya llega al recinto sabiendo lo que va a ver, con qué se va a encontrar y qué cosas va a hacer, e incluso dar una vuelta por los stands cada año motiva menos, ya que hay el mismo merchandising de siempre a los mismos precios desorbitados de siempre, cada vez resulta más difícil encontrar algo interesante que comprar que no puedas hacerlo fuera en cualquier tienda especializada. Además este mismo año pasado, también fue en el IFA el primer Salón del Cómic de Alicante, donde si pudimos ver algunas cosas diferentes y sorprendentes pese a ser un evento de las mismas características. Sabemos que son eventos diferentes y que éste se centra en la cultura otaku y japonesa en general, pero, ¿podrán sobrevivir mucho tiempo dos eventos tan parecidos dentro de una ciudad que no es tan grande? Posiblemente sí, pero no estaría mal considerar la opción de unir ambos salones, lo que resultaría en un evento de mayor magnitud y con muchas más cosas para hacer y comprar, desapareciendo seguro esa sensación de Deja Vu.


En todo caso, poco más se puede pedir. Mantener un nivel alto año tras año no es fácil, así que mi enhorabuena a la organización ya que el despliegue ha sido tan bueno como siempre, con una gran brigada de voluntarios que han ayudado en todo lo que se ha necesitado, mucha variedad de actividades y stands (ya que pese a ser casi los mismos de siempre, siguen siendo muchos), grandes y prestigiosos invitados, muchos torneos, juegos de mesa, videojuegos tanto actuales como retros, y una gran variedad de talleres para hacer las delicias de los aficionados a toda esta cultura. Y por supuesto todo ello dentro de las fantásticas instalaciones que ofrece el recinto ferial IFA. No hay sitio mejor en Alicante para hacer un certamen de esta magnitud. El año que viene si todo va bien volveremos, y ya estoy deseando ver con qué nos sorprenden y las novedades que traerá. Y recordad: ¡Alicante es Otaku!

*fuente de algunas fotografías: facebook salón del manga alicante.