-…y Ć©ste es mi tĆ­o abuelo, que se aparecĆ­a todos los 28 de Febrero – dice ZombiD, su brazo alrededor de mis hombros, los dos tirados en el sofĆ” y mirando fotos. Su tĆ­o abuelo tiene un corte de cara muy parecido al suyo – Siempre me decĆ­a “GuĆ”rdate de los Idus de Marzo”, pero lo hacĆ­a sĆ³lo para que yo estudiase; el aƱo que le dije de dĆ³nde venĆ­a esa frase, sonriĆ³ y me dijo “asĆ­ me gusta, que aprendas, y no tanto estar todo el dĆ­a con la moto y con la guitarrita”. Le contestĆ© “pues a ver si aprende usted tambiĆ©n, porque es un contrabajo”, ¡quĆ© capĆ³n me dio el tĆ­o!

    SonrĆ­o y le beso su mejilla verdosa. SonrĆ­e abiertamente, pasamos la pĆ”gina, y encontramos la cara de una mujer de rostro delgado y picudo y ojos grandĆ­simos. Mi cara redonda de panecillo no se parece en nada a la suya, pero sus ojos… D mira alternativamente el retrato y a mĆ­, con expresiĆ³n inquisitiva. 

    -Se llama Aldita. – sonrĆ­o – Es una antepasada mĆ­a, de lĆ­nea lejana. Una gran bruja. La quemaron en la hoguera. Desgraciadamente, la mayor parte de sus trabajos, libros, conjuros… desapareciĆ³ tambiĆ©n. 

    -¿No quedĆ³ nada? – pregunta D.

    -Bueno, sĆ­ quedĆ³ algo. QuedĆ³ un calentador de camas que demostraba lo buena hechicera que era, y el… “cariƱo” que siempre guardĆ³ a su marido. Que por cierto, fue quien la denunciĆ³ e hizo que la quemaran. Deja que te hable de ello hoy, en Cine Freak Salvaje: Mi amigo el fantasma.



  
    Durante los aƱos sesenta y setenta, la Disney empezĆ³ a producir pelĆ­culas de imagen real conjuntamente a las de animaciĆ³n, a fin de conseguir aĆŗn mĆ”s beneficios y de hacerse tambiĆ©n con una cuota de cinĆ©filos mĆ”s amplia, de demostrar a los niƱos que, aunque crecieran, siempre tendrĆ­an producciones Disney en las que no solo saliesen gatitos u osos adoradores del jazz, sino pelĆ­culas, aunque buenistas y amables, ligeramente mĆ”s maduras. Se tratĆ³ pues, de producciones familiares llenas de humor blanco y que prĆ”cticamente siempre terminaban bien, de argumento quizĆ”s algo simple, pero siempre muy-muy divertidas. Algunas de ellas se hicieron muy famosas en el apartado tĆ©cnico al mezclar imagen real y animaciĆ³n, como La bruja novata o la ganadora de cinco Oscars Mary Poppins. Otras de ellas quedaron como las comedias familiares que explotaban el talento cĆ³mico de las estrellas Disney, como Un gato del FBI, con una joven Hayley Mills (que llevaba siendo “niƱa Disney” desde TĆŗ a Boston y yo a California), o Veinte docenas de hijos, con un aĆŗn mĆ”s jovencĆ­simo Kurt Russel. La cinta que nos ocupa, pese a carecer de niƱos o animales, estĆ” en la lĆ­nea de las producciones mĆ”s divertidas de Disney.

     A la pequeƱa ciudad costera de Godolphin, llega Steve Walker (Dean Jones), entrenador, para
ocupar el cargo de Ć­dem de atletismo en el instituto, pero nada mĆ”s llegar se da cuenta del enorme trabajo que tiene por delante: todos los muchachos son bajitos, delgaduchos, de escasa fuerza y menor habilidad. Steve se aloja en un coqueto hostal regentado por “Las hijas de los bucaneros”, nietas de los antiguos piratas, una colecciĆ³n de “abuelitas adorables.tm”, comandadas por Elsa Lanchester (conocida en sus buenos tiempos por haber sido La Novia de Frankenstein. Todos tenemos un pasado), sobre cuyo hostal pesa una tremenda hipoteca que el mafioso del lugar (hacĆ­a falta un villano, claro estĆ”), estĆ” deseando ejecutar para quedarse Ć©l con el terreno y edificar un lujoso casino. Precisamente para intentar conseguir fondos, las hijas de los bucaneros hacen una subasta, y en un intento por quedar bien ante una mujer que ha llamado su atenciĆ³n, Steve puja desmesuradamente contra el entrenador de fĆŗtbol para conseguir un precioso calentador de cama, que mĆ”s tarde rompe accidentalmente al sentarse en Ć©l, y al hacerlo, descubre un pergamino oculto en su interior, con conjuros. Dice uno al azar, y sin querer, invoca nada menos que al capitĆ”n de los piratas, el feroz Edward Teach (Peter Ustinov) mĆ”s conocido como CapitĆ”n Barbanegra. 


   
   Robert Stevenson, director de la cinta, se convirtiĆ³ en uno de los directores mĆ”s aclamados de la compaƱƭa Disney al dar vida a Ć©sta y a muchas otras pelĆ­culas, como las citadas mĆ”s arriba, Mary Poppins, etc., y al igual que Billy Wilder tenĆ­a su actor favorito (que por no os he dado la lata bastante con eso, se trataba de Jack Lemmon), tambiĆ©n Robert Stevenson tuvo a su favorito, que fue Dean Jones, el protagonista de nuestra cinta de hoy. Empezaron a trabajar juntos con Un gato del FBI, cinta en la que Jones interpretaba a Zecke Kelso, el sufrido agente especial que tenĆ­a que bregar con tener por confidente a un gato, siendo alĆ©rgico a los mismos y andar persiguiendo al guasĆ³n y astuto felino por media ciudad, esquivando a una vecina mĆ”s cotilla que una espĆ­a internacional, a una chica con una imaginaciĆ³n excesiva, a la chica que le gustaba, a dos novios celosos (uno de ellos armado), a su propio jefe y a los villanos propiamente dichos… A raĆ­z de aquĆ©lla, vinieron muchas mĆ”s, como la presente, Un candidato peludo, AhĆ­ va ese bĆ³lido (la primera cinta de Herbie), Millonarios por una pata, El tĆ­o del mono, y un largo etcĆ©tera. Dean Jones tenĆ­a reparos en trabajar para la Disney; Ć©l habĆ­a ejercido de galĆ”n e interpretado papeles serios en televisiĆ³n y teatro, y pensaba que el actuar en una cinta de marcado carĆ”cter infantil podrĆ­a perjudicarle… pero de hecho, fue lo que salvĆ³ su carrera. Su aspecto aparentemente serio y estirado interpretando un papel cĆ³mico en el que tenĆ­a que ridiculizarse a sĆ­ mismo, hizo que el pĆŗblico le adorara, y la compaƱƭa quedĆ³ tan satisfecha que renovĆ³ sus contratos para producciones posteriores. Paralelamente, pudo continuar apareciendo en papeles mĆ”s serios como en la pelĆ­cula que coprotagonizĆ³ junto a Jane Fonda, Un miĆ©rcoles cualquiera.

     Por su parte, Peter Ustinov ya era un Actor con mayĆŗsculas antes de interpretar a Barbanegra para
la cinta que nos ocupa. TenĆ­a dos Oscar en su haber por haber interpretado al lanista (preparador de gladiadores, no tiene nada que ver con la lana; a ver si leemos mĆ”s Asterix….) de Espartaco y por su papel secundario en Topkapi, asĆ­ como un Globo de Oro por meterse tras la lira de NerĆ³n en Quo Vadis? El actor, escritor, dramaturgo y productor britĆ”nico, ya habĆ­a demostrado su vis comica en otras ocasiones, como en la coproducciĆ³n Un Ć”ngel pasĆ³ por Brooklynn (donde compartiĆ³ reparto con Pablito Calvo, el niƱo de Marcelino Pan y Vino, y con nuestro querido Pepe Isbert) o la citada Topkapi, pero aquĆ­ se trataba de un papel completamente cĆ³mico, en el que su personaje, pese a ser un terrible pirata, pasaba por crisis existenciales que le hacĆ­an llorar a moco tendido, autocompadecerse y meter en lĆ­os terribles a su sufrido invocador al intentar conducir un coche o reĆ­rse de un policĆ­a… Su presencia en la cinta es increĆ­blemente divertida. Se come la pantalla de lado cada vez que sale, y enamora al espectador sĆ³lo retorciĆ©ndose el bigote. Ustinov disfrutĆ³ muchĆ­simo con el rodaje, tanto, que no dudĆ³ en repetir la experiencia Disney para rodar Se nos ha perdido un dinosaurio, haciendo en esta ocasiĆ³n de villano cĆ³mico. 


     Mi amigo el fantasma, estrenada en 1968 estĆ” basada en la novela The Blackbeard’s ghost, que la Disney adaptĆ³ muy libremente y como le vino en gana para hacerla encajar en el estĆ”ndar de diversiĆ³n sin complicaciones que buscaba. No es una cinta de grandes pretensiones, no es algo que vaya a quedar como un gran clĆ”sico imprescindible del cine, pero si uno se quita los complejos y baja un poco las exigencias propias de la edad, el bagaje cultural, etc., se encontrarĆ” con una cinta divertidĆ­sima, cuyo Ćŗnico deseo es hacer reĆ­r. Es cierto que la trato con mucha bondad debido al cariƱo que le tengo a una pelĆ­cula que vi por primera vez con unos siete aƱos de edad y que siempre que la veo me recuerda los buenos ratos de mi niƱez, pero aun asĆ­ es divertida. Es idĆ³nea para ver con niƱos, sobre todo a niƱos viciados a ver dibujos que piensan que el cine de imagen real es todo aburrido o que el cine no existe antes de Lobezno o de Los vengadores. Cinefiliabilidad 2, lo que significa que se ve sola, es tolerada y muy divertida, pero hay que ser conscientes que es Disney, con todo lo que ello implica en justeza argumental, buenismo, etc. 

"¿"Cobarde y pusilĆ”nime", eh?"


"¡AcuĆ©rdese: es un criminĆ³logo, no un criminal! ¡Si tiene algĆŗn problema, diga que le secuestramos!" Si no coges Ć©sta frase, tienes que ver mĆ”s cine.