Del 29 de octubre al 1 de noviembre tuvo lugar en Barcelona el XXI Salón del manga y Koukyou Zen no faltó a la cita como hace ya varios años. Como prácticamente ya está todo dicho en la otra crónica que mi compañera Calistina ha escrito y como apenas nada ha cambiado de un año a otro, simplemente me voy a centrar en varios puntos que creo importantes para el futuro desarrollo.

                Que un evento así continúe con una envidiable salud a lo largo de los años es señal de que algo se está haciendo bien en la Ciutat Comtal, por lo que primero de todo dar las felicitaciones tanto a FICOMIC como a todos los stands, patrocinadores, embajadas, etc, implicadas en el desarrollo de este espacio reservado a la cultura japonesa en nuestro país. Y quiero remarcar "cultura japonesa" porque hace tiempo que el salón del manga dejó de serlo sólo de ese tipo de cómic originado en el archipiélago japonés para convertirse en algo más. Que si el espacio zen de la segunda planta, que si el ikebana, las clases de historia de Japón, la importancia a la gastronomía... temas que sin duda alguna están relacionados con el propio manga, pero que distan mucho de pertenecer sólo a la cultura del cómic. Así pues, haciendo un paralelismo, no encontramos talleres de cocina francesa o americana, por poner un ejemplo, en el salón del cómic de Barcelona que también organiza FICOMIC.

                Si bien el salón del manga se ha convertido en un escaparate para todo lo que tenga que ver con lo nipón y el frikerío en general, allí echo nuevamente en falta de lo que creo que cada vez adolecen más este tipo de salones a nivel nacional, ya no sólo barcelonés: los espacios dedicados a la librerías. Ya sea por el precio de los stands o porque ya no resulta rentable llevar los puestos a estos eventos, la isla de la librería se ha reducido a dos pequeñas calles en un lugar bastante apartado del gentío general, asunto que puede ser interesante para personas que están buscando libros en especial, pero muy apartadas de ese público adolescente que se agolpa alrededor de los stands principales de las editoriales más importantes o alrededor de dónde la música suena. Así pues, hago un pequeño llamamiento a todas esas personas que conocemos y gustamos de librerías especializadas de cómic para que nos unamos y podamos disfrutar de más espacios o reducción de precio para que a las librerías, tan tocadas ya de por sí por la crisis, puedan dar un poco de salida o darse a conocer como hacían años atrás.

                Y sí, podría entretenerme en decir que los invitados están muy bien, que se nota el enorme esfuerzo que realizan los organizadores para llevar a cabo ese evento, pero quizás se deba a mi edad o a que ya no me gusta este tipo de reuniones, que me llevan a pensar que carece del "espíritu" que tenía antes, de la hermandad con otras personas con tus mismos gustos, convirtiéndose en un batiburrillo también generalizado al resto de eventos del país en esa mezcla de merchandising, cosplay y demás que poco tenían que ver hace años con el mundo del cómic  y que tantos ingresos general. Quién sabe, quizás me esté quedando atrás y esté un poco como la abuela cebolleta recordando viejos tiempos.

                Qué sí, que llama mucho la atención los cosplayers, que sí, que mola un pegote llevar una camiseta del Zelda como el resto del universo friki, pero personalmente y puestos a elegir considero que el Salón del cómic de Barcelona, a pesar de no recibir tanta afluencia, mantiene ese "algo" que te gusta y sorprende. Porque servidora ya sabe lo que es el shôjo de todas las charlas que ha visto, o conoce sobradamente Dragon Ball o pasa de ver un "como nos medimos los egos" porque quiere más y necesita más especialización en un mundo que es el cómic en el que apenas existe en nuestro país. Y lo dije también en la crónica del salón del cómic, pero creo que también este tipo de eventos, que organizan libreros a fin y al cabo, deberían tener un fin didáctico y no mercantilístico, pero oiga, yo ahí no meto más cuña, simplemente, opino por lo complicado que personalmente resulta encontrar algo decente sobre historia del cómic , y ya no hablar del manga, en nuestra lengua.

                Por todo lo demás, qué decir, el mejor evento relacionado con el manga en España. No puedes perdértelo si te gusta todo esta temática porque sirve para acercarse sobradamente a la cultura japonesa que tanto nos fascina.

Por Ysora