Un año más, hemos estado presentes en el epicentro anual del manga y el anime en Alicante, el salón del manga. En el sexto año de este certamen, los chicos de Alicante Otaku vuelven a superarse en el que ha sido sin duda un fin de semana muy divertido lleno de actividades y conferencias para disfrutar. Os contamos nuestra experiencia:
Lo que más nos llamó la atención nada más llegar fue el cambio de pabellón, celebrándose este año en el pabellón 2 del centro IFA, salón que suele utilizarse normalmente para otro tipo de salones como el del automóvil (con el cual ha coincidido algún año, por cierto). Este cambio ha sido un acierto, pues si bien desconocemos las medidas exactas de ambos pabellones, no sabemos si ha sido por su propia dimensión o por la distribución de los stands, pero se ha notado todo mucho más abierto, despejado y mejor ventilado que otros años, haciéndose la estancia en el salón mucho más placentera y menos agobiante. Y podemos dar fe que no ha sido debido a una disminución en la asistencia de la gente, pues ha sido tan grande como otros años o incluso más, asistiendo nada menos que alrededor 23.000 personas durante todo el fin de semana, todo un récord de afluencia que eleva este salón del manga al top de los más multitudinarios del país.

Como decía, la distribución de stands estuvo muy bien organizada, localizándose las tiendas de comida todas juntas en uno de los laterales del pabellón (lo que ayudó a que el olor de la comida no se adueñara del recinto), y en el lateral opuesto estaban las zonas de exposición y el escenario, con un gran espacio que permitió a mucha gente poder sentarse a disfrutar de los numerosos eventos, concursos y conciertos que se dieron en él durante todo el fin de semana. Por el centro del pabellón se colocaron los stands de merchandising, formando hasta cuatro pasillos centrales bastante espaciosos entre ellos, lo que te permitía pasear para mirar la mercancía con tranquilidad y sin agobios. Y luego en otra zona externa al pabellón, se acondicionó la zona de mesas para los juegos de mesa, justo al lado de la zona de acampada, lo que permitió también que mucha gente pudiera jugar tranquilamente, aunque hubieron momentos en que las mesas se quedaron cortas y hubo que esperar bastante para poder jugar. También como es costumbre, en los apartados de conferencia privados se pudieron disfrutar de talleres, charlas y conferencias sobre todo tipo de temática anime y de videojuegos, como los caballeros del zodíaco o Metal Gear Solid, por nombrar algunos ejemplos. En lo que atañe a los stands profesionales, volvimos a contar con presencia de grandes artistas como Javier Bolado, aunque personalmente eché en falta otros que suelen ser habituales como Marta Nael o Belén Ortega. Y por supuesto no faltó la invitada estrella del salón y portada del evento, la cantante Nana Kitade, que dio un multitudinario concierto y formó parte del jurado de algunos concursos como el “the best of”, aparte de ofrecer varias rondas de firma de autógrafos a los agradecidos presentes.

Por lo demás muchas actividades disfrutar: un disputado concurso cosplay, donde ganó un gran disfraz del personaje Amaimon, el siempre tierno y divertido cosplay infantil, concursos de karaoke, Dance, y Para-Para, todo tipo de torneos de videojuegos como el nuevo Naruto, Street Fighter IV, PES, Call of Duty y todos los habituales en este tipo de eventos (incluidos juegos retros y de máquinas de baile), exhibiciones de artes marciales como Aikido o Kenbudo, combates medievales, softcombat, juegos de mesa, talleres de todo tipo relacionados con la cultura japonesa, e incluso ha habido espacio para propuestas nuevas muy interesantes como el intercambio de alimentos por videojuegos para la beneficencia, una actividad que al menos yo no había visto en años anteriores y que ha permitido reunir muchos kilos de alimentos que tendrán un fin benéfico. Sin duda una propuesta digna de admiración y a repetir en futuras citas. Y por supuesto no podemos olvidar lo que siempre está presente y es un pilar básico en estos salones: mucho, mucho merchandising y artículos para comprar. Un año más he echado en falta más ofertas de los stands (manteniendo prácticamente los mismos precios que en sus tiendas/webs particulares), pero me temo que las ofertazas que se veían en los primeros certámenes ya no se volverán a ver, desafortunadamente. Tampoco he vuelto a ver este año stands de las principales tiendas de cómics de la ciudad, que todos los Alicantinos sabemos cuáles son, algo sin duda llamativo y difícil de entender. No obstante las principales tiendas referencia en el sector sí han estado, y por supuesto las editoriales habituales y las grandes marcas, ofreciendo una variedad de productos inabarcable tocando prácticamente todas las series conocidas y no tan conocidas (aunque había exceso de cómic americano, eso sí, pero nada nuevo bajo el sol) que resultan una tentación difícil de controlar a todos los que amamos estas series, y que sólo sus precios a veces desorbitados han impedido volver a casa con la cartera vacía.

En definitiva, un año más hemos podido disfrutar de un fin de semana ameno y entretenido, donde podemos dar rienda suelta a todos nuestros gustos otaku, compartiéndolos con cientos de personas que poseen los mismos gustos que nosotros. Ver a familias, desde padres a hijos, de todo tipo de edades, disfrazados de sus personajes favoritos y pasando un fin de semana juntos y felices no tiene precio, éste sin duda es para mí el gran logro de este Salón del manga, un logro que se va repitiendo año tras año y que mantiene su mejor estado de salud. Un evento que necesita la colaboración de mucha gente y muchos voluntarios que se entregan a tope para que pasemos nuestra estancia lo mejor posible. Pasan los años, y algunos nos hacemos mayores, pero cada vez son más las nuevas generaciones de jóvenes que conocen y disfrutan de esta cultura, por lo que el legado está más que asegurado, y este evento no hará más que crecer y crecer y seguro que nos regalará cosas nuevas en un futuro. Eso esperamos todos. De momento, ¡nos vemos el año que viene!