Cuando hablamos de los 80 en la animaciĆ³n japonesa, a la mente nos viene las series mĆ­ticas que a los occidentales nos llegarĆ­an unos aƱos mĆ”s adelante: Dragon Ball, Saint Seiya , Ranma 1/2, Gundam y decenas mĆ”s. Pero si hablamos de pelĆ­culas hay una especialmente (no, no estoy hablando de Akira) para la familia: «Mi vecino Totoro» del Studio Ghibli. 

Sinopsis: Tras mudarse a una casa del campo junto a sus dos hijas, Kusakabe Tatsuo espera el alta mĆ©dica de su esposa, internada en un hospital cercano. Mientras pasan los dĆ­as, las pequeƱas se maravillan con la belleza del lugar, recorriendo los alrededores y escuchando las fĆ”bulas de los «pequeƱos habitantes del bosque» en boca de su padre y los vecinos.

Asombrada, la hija menor Mei (de cuatro aƱos) vislumbra un diminuto espĆ­ritu que recolecta bellotas y lo persigue, internĆ”ndose en el follaje e ingresando al interior de un Ć”rbol de alcanfor donde conoce al Gran Totoro. Este animal/Dios del bosque sĆ³lo puede ser visto por niƱos de buen corazĆ³n, e irĆ” ayudando a las dos hermanas con los pequeƱos problemas que se presenten.

«—PapĆ”, en el piso de arriba hay fantasmas. —No sabes cuĆ”nto me alegro, siempre he querido vivir en una casa encantada, es el sueƱo de mi vida».

Al mismo tiempo que empezaban los bosquejos para la producciĆ³n de «La tumba de las luciĆ©rnagas», Miyazaki guionizaba esta obra que relucĆ­a en su interior hace tiempo. QuerĆ­a estar detrĆ”s de la direcciĆ³n y estrenarla al mismo instante (cosa que finalmente sucediĆ³) porque la temĆ”tica adulta de «La tumba de las luciĆ©rnagas» era demasiada pesada y adulta, para amenizar estarĆ­a Totoro que es de tinte mĆ”s infantil y con folclore japonĆ©s a rebosar por todos los poros.

Si bien «La tumba de las luciĆ©rnagas» cosechĆ³ increĆ­bles crĆ­ticas positivas y cantidad de premios, «Mi vecino Totoro» tuvo mejor recibimiento para el pĆŗblico general. Las aventuras de Mei y Satsuki junto a personajes adorables era un caramelo dulce, con llegada a padres e hijos por igual y una infatigable bolsa de ganancias cuando el merchandising hizo lugar, teniendo mĆ”s dinero con las figuras del Dios del bosque y principalmente por el GatobĆŗs, favorito en las encuestas niponas.

Leyendas, humor, nostalgia, mucha naturaleza (propio de toda obra de Hayao Miyazaki) y mezcla de carisma y simpatĆ­a, era lĆ³gico que rompiera rĆ©cords en su estreno de 1988, la fama de este tĆ­tulo hizo que el Gran Totoro gris sea el estandarte del Studio Ghibli, quedando como fondo o marca de agua en cada producto oficial que sacaran en el futuro.

« —¿QuiĆ©n eres? ¿Un duende del polvo grande?
 —¡To-to-ro! 
 —¿Te llamas Totoro?»
  
Aunque ya existe la electricidad y las cosas modernas van tomando forma en JapĆ³n, se nos muestra la vida del campo, vecinos que cultivan y trabajan la tierra y los arrozales, las hortalizas cosechadas y los momentos tranquilos pero tambiĆ©n duros.

A la vez que Satsuki se halla estudiando y el padre trabajando, Mei se encuentra con la falta de la madre y sueƱa con su recuperaciĆ³n para estar juntas, logrando meter a la familia en mĆ”s de un apuro cuando «decide» ayudarla y desea ir al hospital, perdiĆ©ndose en el camino.

Las melodĆ­as tocan la fibra de la emociĆ³n, y con los Ć”rboles de fondo dan una tranquilidad absoluta, hay escenas donde el oĆ­do es fundamental: todos bailan e intentan que florezcan lo plantado, o apariciones en la cima de algĆŗn Ć”rbol donde se debe prestar atenciĆ³n a la armonĆ­a de fondo, son tonos rĆ­tmicos logrados como siempre por el mĆŗsico favorito y fetiche del director, Joe Hisaishi, habitual en casi todo el material sacado hasta el momento. Veinte canciones y tonadas con habituales cambios que suben la calidad de la cinta. 


En resumen: Una creaciĆ³n que mantiene vivas las esperanzas y las creencias de la infancia, mensaje de carĆ”cter cĆ”lido con Ć©nfasis en las leyendas del lugar. La endiablada Mei por lejos, se come la pelĆ­cula con sus travesuras. Perfecto para una tarde lluviosa y con ganas de divertirnos, nos vemos en otro nĆŗmero.


Ficha TĆ©cnica

TĆ­tulo original: Tonari no Totoro

DirecciĆ³n/Guion:Hayao Miyazaki

MĆŗsica: Joe Hisaishi  

DuraciĆ³n: 90 minutos  

AƱo: 1988