En nuestra secciĆ³n manga del recuerdo hemos querido dar un homenaje a una obra que tuvo mucho Ć©xito a lo largo de los 90 y principios del 2000. La editorial espaƱola Planeta lo llegĆ³ a publicar completo entre los aƱos 2004 y 2005 y, a pesar del tiempo transcurrido, todavĆ­a lo podemos encontrar en su catĆ”logo. AdemĆ”s, recientemente  la propia editorial estĆ” republicando una ediciĆ³n kanzenban, con motivo de la visita de la autora al SalĆ³n del Manga de Barcelona del 2017. Estamos hablando de Hana Yori Dango (No me lo digas con flores) y puede parecer el tĆ­pico shōjo de colegiales, pero dejadme sacaros de vuestro error a lo largo de esta reseƱa.

Argumento

Tsukushi Makino es una joven de 15 aƱos y de clase obrera que acude a la prestigiosa escuela Eitoku por insistencia de sus padres, que hacen grandes esfuerzos para que su hija pueda tener mĆ”s oportunidades en su futura vida laboral estudiando allĆ­. Eitoku es el centro en donde las familias mĆ”s adineradas de JapĆ³n llevan a sus hijos, y Makino se siente todo el rato fuera de lugar.

Nuestra protagonista lleva una vida apacible en apariencia e intenta presentarse como una chica dulce y sumisa, aunque realmente no lo sea. Cuando su Ćŗnica amiga cae sin querer encima del lĆ­der de los F4, su vida cambia para no volver atrĆ”s. Decide defenderla y es ella la que se lleva la temible tarjeta roja en la taquilla, asĆ­ que comenzarĆ” una campaƱa de casi todo el instituto para echarla, instigados por el famoso F4.

Sin embargo, ella no se amedrenta y se enfrenta a ellos. Esa actitud llamarĆ” la atenciĆ³n del lĆ­der de los F4, Tsukasa Doumyouji, que se enamorarĆ” de ella. Pero Makino parece mĆ”s interesada en otro miembro de los F4, Rui Hanazawa, con el cual entablarĆ” una amistad y del que se enamorarĆ”. AsĆ­, Makino, a pesar de los abusos que recibe, se irĆ” haciendo mĆ”s prĆ³xima a los F4 hasta ser su amiga y a sentir algo mĆ”s por Doumyouji.

OpiniĆ³n

He de decir que guardo el recuerdo de la primera lectura de Hana Yori Dango con cariƱo. Fue un manga que en su momento disfrutƩ mucho de principio a fin, y que conocƭ por casualidad por internet. Desde el momento en el que me lo leƭ por primera vez hasta ahora han pasado por mis manos muchos mangas de diferentes gƩneros, muchas historias de amor, muchas historias de colegialas japonesas que se enamoran, pero ninguna como esta.

No quiero decir que Hana Yori Dango sea perfecto. Para mi gusto, falla en diversos temas. La extensiĆ³n es uno de ellos, en donde los 36 tomos tienen mucha paja y poca chicha al final, alargado como un chicle el argumento. Algo que podĆ­a haber durado como mucho diez tomos (y estoy siendo generosa), triplica o cuadruplica la extensiĆ³n en una serie de situaciones ridĆ­culas, que sabemos a ciencia cierta que terminarĆ”n con los protagonistas juntos al terminar la historia. 

La indecisiĆ³n crĆ³nica de Makino es algo que acaba sacando de quicio, y que tiene mucho que ver con el punto anterior del estiramiento de los argumentos hasta lo absurdo. AquĆ­ se ha utilizado a la protagonista, que es incapaz de expresar sus sentimientos a lo largo de (no exagero) uno 30 tomos a un pobre hombre que se gana el diploma al mĆ”s paciente. Aunque Makino pasa lo suyo, no acaba de rematar nunca, hasta el final (y aĆŗn te quedas con la duda).

El final del manga es otro punto flojo a mi parecer. Mucho ruido y pocas nueces, y tenemos que esperar a ver un capĆ­tulo final en la versiĆ³n de imagen real, para tener el final que de verdad los fans sabemos que se merece esa serie, y no aquel tan abierto que nos deja la autora en el tomo 36.

AdemĆ”s, teniendo en cuenta los tiempos que corren, considero que la historia es un poco incorrecta polĆ­ticamente, algo machista, algo de violencia (hacia la mujer, hacia el hombre, hacia todo, intentando crear comedia con ello), que puede chocar a las mentes mĆ”s sensibilizadas con la igualdad de la mujer. 

Pero, a pesar de sus muchos fallos, Hana Yori Dango tiene algo fundamental y no, no es la historia, de lo cual creo que es la primera vez que digo en toda la historia de mis reseƱas. El verdadero punto fuerte de esta historia es la construcciĆ³n de los personajes, que dan vida a la obra y la hacen diferente. Creo que Makino es de las pocas protagonistas de shōjo con un par de narices para ponerse el mundo por montera y hacer lo que ella cree correcto. Por eso, su deriva sentimental de duda y sensiblerĆ­a, hacen que su personaje flojee un poco hacia el final.

MĆ”s importante incluso que la protagonista estĆ” el tĆ”ndem de la misma. Domyouji es uno de los personajes protagonistas masculinos mĆ”s carismĆ”ticos que probablemente haya dado el gĆ©nero en su vida. A pesar de que al principio es malo, egoĆ­sta y consentido, a lo largo de su desarrollo en el manga te acabarĆ” robando el corazĆ³n. 

A nivel grƔfico se nota como el estilo de la mangaka, Yoko Kamio, de la cual en breve veremos mƔs obras suyas publicadas en EspaƱa de mano de Planeta, evoluciona. No tiene nada que ver como empieza el tomo uno, con unos dibujos burdos, aunque proporcionados, con los del final, que tienden a ser redondeados y mucho mƔs decididos y visualmente agradables. Yoko Kamio de todas formas no es muy dada a los detalles, ni a fondos trabajados, y la estƩtica del manga no aguanta el paso del tiempo con dignidad, sobre todo por el tema de los peinados y los vestidos. Pero la autora ha conseguido desarrollar una historia y unos personajes que hacen que el aparato visual del manga quede en un segundo plano.

En resumidas cuentas, a pesar de que la historia se hace aburrida a veces por el tema de meterle paja para alargarla, es uno de los mejores shōjos que he leĆ­do nunca junto a los de Ai Yazawa. Si no lo conoces y te gustan este tipo de historias, no sabĆ©is lo que os estĆ”is perdiendo. Palabrita de Ysora.

Ficha TĆ©cnica

Nombre original: Hana Yori Dango (čŠ±ć‚ˆć‚Šē”·å­)

Autor: Yoko Kamio

Editorial japonesa: Shueisha (1992-2005)

Editorial espaƱola: Planeta 2004-2005

Tomos: 36

GĆ©nero: shōjo